lunes, 20 de octubre de 2008

El gen de dios

Caminando por la ciudad leí unos anuncios sobre la ciudad de las ideas, cuyo eslogan es ¿cuál es tu idea más peligrosa? Me habían dicho que el precio de la entrada es de 21,500 varos, así que decidí que por esa ridícula cantidad la ciudad de las ideas se había ganado su gogleada –si si, me he vendido a ése americanismo--. Y decidí chequear a los conferencistas del evento, ¿por qué carajos es tan caro? Me encontré a varios psicólogos, filósofos, una periodista, una antropóloga, activistas, un físico, economistas, un rabino y a Dean Hamer, un genetista del Instituto Nacional de Cáncer de Bethesda, en EU. El señor publicó un artículo donde especifica que midió en más de 1000 personas el grado de "espiritualidad" y encontró que los que tenían menos fe tienen menos transportadores de neurotransmisores en el cerebro, codificado en un gen. “El gen VMAT2 codifica para un transportador vesicular de monoaminas que juega un papel clave en la regulación de los niveles de serotonina, dopamina y norepinefrina. Se ha postulado que esos neurotransmisores tienen un rol importante en la regulación de actividades cerebrales asociadas a creencias místicas”.En respuesta a los creyentes que aseguran la fe es un acto que está más allá de la regulación biológica, ligado a factores como sociedad, carácter y tradición, Hamer respondió “Los creyentes religiosos pueden apuntar la existencia de los genes de Dios como una señal más de la ingenuidad del creador- una inteligente forma de ayudar a los humanos con el conocimiento y aceptación de presencia divina”.
Mmm…¿y los que no expresan el gen, o lo tienen mutado? Qué jalada de Dios de interferir con su propia creencia mediante el arreglo de algunos genes. Yo no creo en dios como lo supone la religión católica, me gusta pensar en que en el universo existe una energía diferente a la que llaman dios… No descarto la idea de que la espiritualidad pueda ser consecuencia de una función biológica (ah, qué blasfemia), pero la ciencia debería avanzar más antes de soltarse a dar especulaciones sobre genes de dios o genes de homosexualidad. Mmm… y yo debí esperar a conseguir el libro y/o el artículo antes de soltar tanto rollo. Con lo que a mi me gusta especular. Mal mal mal.

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