miércoles, 18 de marzo de 2009

Cada que voy a correr  encuentro a gente acompañada de sus perros, y siempre ando penando por la compañía de alguno de ellos (cosa imposible por el momento, vivo en una pensión y no podría cuidar de uno, aún si me dejaran tenerlo). Y mi prima me regaló uno¡¡



Murakami hizo mi vida más feliz durante un par de horas. Después reventó.

Ando con ganas de mandar todo al demonio y mudarme a Nepal. O no. 

Etiquetas:

3 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

El año pasado yo pensé en viajar al Tibet por un rato, pero sale más caro de lo que uno supondría... jeje.

18 de marzo de 2009, 19:23  
Blogger Adriana Bañares ha dicho...

¡¡¡¡guapa!!!
Gracias por el comentario. Múdate a Nepal o donde haga falta, que le den por culo a todo, tía, y a ser felices, que aún somos jóvenes y podemos cometer locuras. Ya tendremos tiempo de arrepentirnos o ver fotos de lo que fuimos dentro de veinte años. Yo, para que te hagas a la idea, no pienso dormir para no perder el autobús que me lleve a Logroño mañana, para intentar recuperar a ese chico al que me refiero en la entrada que me comentaste. Cueste lo que cueste, no me importa sufrir... en fin... creo que tomé demasiados vodkas esta noche.
Un besazo tía, y a seguir con la vida osezna, que mola mucho.

18 de marzo de 2009, 21:33  
Blogger EmiliTus ha dicho...

Preciosa idea =)

22 de marzo de 2009, 12:59  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio