domingo, 8 de marzo de 2009

Este sábado hasta me bañé dos veces

Con la novedad de que regresa mi época de canciones ardidas (¿cuándo se fue esa época? lo novedoso es que son otras canciones). ¿Y qué sigue? Sin duda me uniré a la fanaticada de David Bowie o algo peor. 
'Todos somos obra de remiendos, tan informes y diversos en nuestra composición que cada pieza, en todo momento, juega su propio juego...nada en los hombres me es más fácil que creer en su inconsecuencia'- me parece que a Michel tampoco le habría venido mal un iPod como el mío.

También nos quedamos con las ganas de hacer la promesa de no llenar las Ranitas con porquerías:


Por cierto que deberíamos cumplir 20 años durante 5 años y así poder tener 5 crisis de los veinte años, pensar que la prepa no te abandona nunca (verdad Miss Kirby?), los chocolates no deberían tener fin y los giros literarios deberían estar prohibidos en las clases de fisiopatología.
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Me encantan las promesas de cocinar y que seas la única persona que al verme sólo esperes encontrarme a mi, no a quien fui ni a quien podría ser. 
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"Tengo la impresión de que el corazón de mi vida se consumió por entero envuelto en aquella luz cegadora que brillaba, sólo diez o quince segundos al día, en el fondo del pozo. Tan grande fue para mí el misterio de aquella luz [...]Incluso frente a las poderosas unidades de tanques soviéticos, cuando perdí la mano izquierda o en aquel infernal campo de concentración en Siberia, me poseía una especie de insensibilidad. Le sonará extraño, pero ya nada de aquello podía importarme.  Algo que había dentro de mí ya había muerto."
Ese Murakami me tiene podrida, con todo eso de las deformidades y gente suicida y finales inconclusos, y la verdad es que también me fascina.

Por hoy me quedo en stand-by, dijera mi madre, si nomás es por un ratito.



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