Hoy mientras caminaba por la calle del mercado donde había muuuuucha gente porque es domingo-día-de-comer-cemitas pensé en postear sobre cómo no me parece un insulto decirle a la gente que es hipócrita y la razonable explicación que se haya dentro de mi cabecita, pero como en realidad es muy serio el problema que tengo explicando las cosas (sumado a todo eso que, como Humpty Dumpty, cuando uso una palabra, significa lo que yo quiero que signifique) entonces decidí hablar sobre lo poco disimulados que son los poblanos mirando el escote de las chicas (ok, también cuando no hay escote miran sin disimulo). De repente es gracioso que griten en la calle: Mereeezzccoooo¡¡¡ Mamacitaaa¡¡¡ En ésa sí me formooo¡¡¡ como muy a menudo le sucede a una amiga, pero las miradas impertinentes son otra cosa. ¿Qué nadie les ha enseñado a mirar con disimulo? No puede llegar la época de calor a este pueblo sin que piense dos veces en usar falda (ja, mentira, no lo pienso). Yo creo que todo se debe a la falta de ocasiones de ver tantita piel durante la época de frío, pero nosotras qué pinche culpa? Tsss, a veces si está chido que alguien voltee a verte, pero las miradas insistentes son espantosas.
También quiero comentar que espero que el Puebla pierda contra el Pachuca la siguiente semana, me molestan los bocinazos de la victoria a altas horas de la noche. O no, que gane y que los bocinazos cesen a las 11.30.