miércoles, 22 de abril de 2009

how are things on the west coast?

Make me pure and then fuck me.

Hace poco recordé el concierto de Robbie Williams que vimos juntos hace dos de mis cumpleaños y del espantoso espaghetti blanco que me cocinaste esa noche. Una chica levantaba un letrero en el concierto con la frase de arriba. Después le cambiaste y apareció en pantalla "The Heinrich Manuever", la nueva de Interpol en aquellos tiempos, me pediste que te abrazara y yo contenta de no tener que inventar excusas mientras a-r-d-í-a al estar sentada junto a ti. Y al espaghetti le faltaba crema (creíste que era solo con mantequilla) y aún así me comí un platote, como muchas de tus otras porquerías, que también me supieron exquisitas.
Gracias por los buenos recuerdos (y porqué no, por todos los momentos mierda también, que son parte de quien soy ahora).

Y ya chole. Prometo no escribirte muy a menudo. A mi yo sobria esto ya no le parece tan necesario como antes.

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